jueves, 5 de noviembre de 2015

ESTADIOS EVOLUTIVOS DEL RAZONAMIENTO - LAWRENCE KOHLBERG

Lawrence Kohlberg, psicólogo contemporáneo y discípulo de Jean Piaget, estudió el desarrollo de la conciencia partiendo del análisis de los juicios morales, especialmente a partir de los razonamientos que se formulan ante dilemas morales universales. Kohlberg llega a la conclusión de que las normas morales o los valores de una cultura pueden ser diferentes a los de otra pero todos siguen estructuras o pautas parecidas: evolucionamos de esquemas más infantiles y egocéntricos a esquemas más maduros y altruistas. Kohlberg considera que el desarrollo moral de una persona pasa por tres grandes niveles: preconvencional, convencional y postconvencional. Cada uno de ellos contiene dos estadios o etapas.

Estadio 1. La mente del niño “juzga” en base a los castigos y la obediencia.

Estadio 2. Está bien aquello que reporta beneficios y satisface necesidades, eventualmente las de los otros. Aparecen las nociones de “lo correcto”, “lo equitativo” pero se aplican en el plano material. La reciprocidad consiste en “tanto me das, tanto te doy”.

Estadio 3. La buena conducta es aquella que agrada a los otros o les proporciona ayuda, siendo así aprobada. La conducta empieza a ser valorada por sus intenciones.

Estadio 4. La conducta recta consiste en cumplir con el deber, mostrar respeto a la autoridad y acatar el orden social.

Estadio 5. Lo preside una concepción contractual, con un cierto tono utilitario. La acción recta es la que se ajusta a los derechos generales de los individuos consensuados por la sociedad. Es posible cambiar la ley.

Estadio 6. La ética universal. Lo recto es una decisión tomada en conciencia por cada persona de acuerdo con unos principios de justicia, reciprocidad, igualdad de derechos, respeto a la dignidad de la persona, etc.


Documental: "EL ORIGEN DEL SER HUMANO"

Como sabemos todos los procesos biológicos evolutivos del género homo hasta llegar a lo que hoy en día somos se produjeron en los que hoy es África. Se han encontrado cantidad de fósiles entre los sedimentos y las rocas que nos hacen ver que hubo 3 especies que tenían similitudes claras con los seres humanos: el Australopitecus Afarensis, el Homo Erectus y el Homo Sapiens.

- Empezaremos por el Australopithecus, Esta especie se caracteriza por un pequeño  tamaño (entre 120-150cm), y por tener un cerebro de aproximadamente 1/3 del volumen del nuestro. Esta especie empezó a erguirse y caminar sobre 2 patas. En 1974 en Etiopía se encontraron  fósiles de unos 3,2 millones de años de antigüedad, cuya pelvis era muy similar a la nuestra. Se le dio el nombre de "Lucy", y se consideró el fósil cuya especie tenía mayores similitudes con la nuestra, aunque recientemente se han encontrado otros restos que podrían quitarle el puesto a "Lucy". 

A pesar de  su menor inteligencia, esta especie sobrevivió gracias a su instinto y al bipedismo, el cual deja libres las manos y permite manejar objetos y conseguir mejor comida.

Ni su cerebro ni su comportamiento llegaron a evolucionar como los nuestros pero su oído era muy parecido, y en ellos  priorizaba el sentido de la vista frente al olfato. No fabricaban herramientas aunque sí podían golpear y hacer otros gestos más rudimentarios. No usaban el lenguaje. Esta especie sobrevivió durante 1 millón de años.

Continuaremos con el Homo Erectus.  Sus primeros fósiles fueron hallados en Tanzania en 1984. Se caracterizaban por un enorme cráneo (2/3 del nuestro). Esta especia sobrevivió durante 2 millones de años, y antes de extinguirse, su capacidad craneal casi alcanzaba a la nuestra. Caminaban también sobre 2 patas, eran capaces de fabricar herramientas para cortar la carne, lo que significa una mejor alimentación principalmente de proteínas, lo que hace desarrollar el cerebro.

Aprendieron a dominar el fuego, lo que les ayudó a mejorar aún más su alimentación y además a defenderse de depredadores tan peligrosos como el leopardo.  Medían entre 160 y 180 cm, eran fuertes y flexibles lo que les servía para moverse en terrenos hostiles. Tenían pulgares oponibles y se comunicaban pero no con lenguaje hablado.

Finalizaremos con nuestro antecesor más similar, el Homo Sapiens. Esta especie se caracterizó entre otras muchas cosas por  su creatividad, por tener libres las manos  y con pulgares oponibles, comer carne cocinada y por  tener un cerebro grande. Estas características fueron muy significativas e importantes, pero no suficientes para alcanzar el rango de especie humana.


Usaban herramientas, aunque algo primitivas aún, y no hacían pinturas ni usaban cerámica; sin embargo, sí que usaban el lenguaje aunque era rudimentario. A pesar de esto, 140000 años después apareció la capacidad de hablar y crear, lo que supuso el giro hacia las sociedades modernas.


Toda esta situación ocurrió debido a una gran criba por un fenómeno natural, un cataclismo que tuvo lugar hace unos 74000 años, y consistió en la erupción de un volcán que arrasó y diezmó a muchas especies, e incluso cambio el clima de la tierra. En 1000 años la temperatura descendió de forma dramática llegando a dejar inhabitable Europa y Parte de China. Poco después se produjo una glaciación  que provocó que el género homo entrase en peligro de extinción, quedando aproximadamente unos 2000 individuos. Gracias a esto empezaron a cambiar su comportamiento, el lenguaje, las herramientas y empezaron a crear arte, es decir, aparecieron los primeros signos de creatividad, los cuales señalaron el inicio de intentar transmitir conocimientos.

Analizando el ADN de seres humanos de todas las zonas se ha llegado a la conclusión de que todos y cada uno de nosotros procedemos del mismo sujeto, un superviviente al cataclismo que vivió hace unos 60000 años.